Vitamina C en verano: el gran aliado que no debes dejar fuera de tu rutina

Durante los meses de calor, todos buscamos simplificar nuestra rutina facial. A menudo reducimos nuestros pasos al mínimo: doble limpieza, un buen sérum o crema hidratante y, por supuesto, protección solar. Sin embargo, en esa búsqueda de lo esencial, muchas veces dejamos fuera un ingrediente clave por culpa de mitos y desinformación: la vitamina C.

¿Por qué no debes dejar de usar vitamina C en verano?

Uno de los errores más comunes que veo en consulta es evitar la vitamina C en verano por miedo a que provoque manchas. Pero esto es un mito muy extendido, y completamente falso.

Bien formulada y en concentraciones adecuadas, la vitamina C no solo no mancha la piel, sino que refuerza la protección solar, previene el daño oxidativo, ayuda a combatir la hiperpigmentación y aporta una luminosidad inmediata al rostro.

Como dermatóloga experta en dermatología regenerativa, puedo afirmar que este antioxidante es imprescindible también en verano. ¿Por qué? Porque neutraliza los radicales libres generados por la radiación UV, la luz azul y la polución. Y, cuando se combina con el protector solar, su eficacia frente al fotoenvejecimiento puede aumentar hasta en un 60%. Si, además, se formula con ácido ferúlico o vitamina E, el efecto sinérgico es aún mayor.

¿Entonces, mancha o no mancha?

La confusión suele venir por la oxidación del producto. Si tu sérum de vitamina C se vuelve de un color marrón-anaranjado, puede teñir ligeramente la piel de forma temporal, pero eso no es una mancha cutánea. Es simplemente un efecto cosmético que desaparece.

Por eso, no solo no debes dejar de usarla en verano, sino que esta es una de las estaciones donde más beneficios puede aportar, sobre todo si quieres mantener la piel uniforme, luminosa y protegida frente a la hiperpigmentación.

¿Puede ayudar a prevenir las manchas?

Definitivamente, sí. Las manchas no aparecen solo por la exposición solar. También pueden deberse a la inflamación, la polución, la luz visible o el estrés oxidativo. Por eso, la combinación de un antioxidante potente como la vitamina C con un fotoprotector de amplio espectro es la mejor estrategia para prevenir:

  • Melasma

  • Léntigos solares

  • Hiperpigmentación postinflamatoria (como la que queda tras un brote de acné)

¿Y el retinol? ¿Se puede usar en verano?

Sí, el retinol también puede usarse en verano, aunque con ciertos matices. Lo ideal es aplicarlo por la noche, ajustar la frecuencia de uso y evitar exposiciones solares intensas sin la protección adecuada.

Una buena opción para quienes tienen la piel sensible o quieren mejorar la tolerancia es usar retinoides encapsulados o retinaldehído, en lugar de retinol puro.

Además, el retinol se puede alternar con ingredientes como:

  • Niacinamida (calmante y reguladora)

  • Péptidos (reparadores)

  • Ácido hialurónico (hidratante)

  • Factores de crecimiento (regeneradores)

Lo que sí es importante evitar es incorporar exfoliantes potentes o ácidos AHA junto con el retinol, a menos que estén indicados por un dermatólogo.


 

El verano no es una excusa para abandonar ciertos activos. Muy al contrario, es el momento perfecto para reforzar tu rutina con antioxidantes como la vitamina C, que no solo protege, sino que trata y previene los signos del envejecimiento y las manchas. Como siempre, lo importante es la formulación adecuada, la constancia y, por supuesto, el acompañamiento profesional.